Se trata de la búsqueda de un diseño más osado, un tanto más vanguardista pero manteniendo cierta estirpe clásica europea, propia de esta de la marca.
Si bien considero que el auto tiene muy buen balance de proporciones entre sus volúmenes, creo también que los faros delanteros y la parrilla frontal, en forma de gigantesca sonrisa, son los elementos de diseño más ridículos que he visto en un automóvil Peugeot.
La habitabilidad es aceptable. El confort interior es medianamente aceptable, ya que es un auto muy grande por fuera, pero no tanto por dentro. Esto es un patrón repetido en los vehículos Peugeot, ya que los modelos 206 y 307 son sumamente incómodos, especialmente en las plazas traseras.
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