El primer trabajo, si el coche tiene rejillas de ventilación en los pilares traseros, es soltarlas o quitarlas del todo. Suelen estar sujetas por tornillos, en cuyo caso las cabezas serán claramente visibles, o por tuercas, que sólo son accesibles desde el interior del coche. Si es con tornillos, aflójelos y suelte la rejilla. Si es con tuercas, será preciso desprender los paneles tapizados que cubren por dentro los pilares traseros. Si el coche es de cuatro puertas, desprenda primero el reborde de goma del vano de la puerta desde la parte superior hasta la cerradura. Habrá por lo menos un tornillo en la parte inferior del panel tapizado. Quítelo y saque con cuidado el panel. Con esto quedarán a la vista las tuercas que mantienen en posición la rejilla.
Para que se agarre el adhesivo, necesita una superficie limpia y ligeramente áspera, de modo que el paso siguiente es limpiar el techo, lijarlo un poco y lavarlo. Como la capota de vinilo se ciñe a las abolladuras de la misma forma que el papel de las habitaciones, cualquiera que tenga el coche se veré una vez terminado el trabajo. Hay que desprender, por tanto, la pintura suelta, tratar el metal de debajo con antioxidante y rellenar cualquier agujero que tenga.
Las costuras que dividen la capota en tres partes deben situarse con precisión, o de lo contrario aquélla quedará ladeada, y las propias costuras, torcidas. El paso siguiente es, pues, marcar el techo del coche con tiza, para señalar dónde deben caer las costuras. Compruebe que las marcas están bien hechas desplegando el vinilo sobre el techo -con cuidado para no borrar las marcas- y vea si las costuras se alinean, en efecto, con las señales de tiza.
La forma más fácil de colocar en posición el vinilo es doblarlo primero en dos sobre el automóvil y pegar una mitad después de la otra. Hay que colocar el forro con exactitud; una vez que el adhesivo ha agarrado queda poco margen para reajustes.
Dé la vuelta a la capota encima del coche, engome el interior de las costuras y aplaste los bordes sobrantes a todo lo largo. Con esto se consigue un acabado suave y liso. Dé vuelta nuevamente al vinilo y alinéelo con las marcas de tiza. Póngase en la parte trasera y pase un clavo por cada una de las costuras y clávelos en el reborde de caucho de la ventanilla trasera. Con esto se mantendrán las costuras en posición mientras se sujeta la parte delantera del vinilo. Doble de nuevo el vinilo en dos.
Con una paleta de plástico, aplique el adhesivo al techo del coche y espere unos minutos hasta que se ponga viscoso. Hay que repartir con igualdad el adhesivo. Ahora, mientras otra persona que debe ayudarle mantiene su lado de la hoja de vinilo bien separado del techo, baje muy cuidadosamente su mitad del vinilo y póngala en posición sobre el techo. Bájela muy paulatinamente para evitar arrugas y emplee la almohadilla de trapo para igualar.
Si se le forma una arruga, coja el vinilo con las dos manos en un punto en línea recta con la arruga y tire con fuerza. Cuando esta parte de la capota está ya situada, compruebe de nuevo si las costuras engomadas están en posición con las marcas de tiza hechas antes.
Engome entonces la otra mitad del techo de la misma forma. Si se ha desviado alguna, vuélvala a su lugar presionando con las manos, pero no tire con fuerza. Cuando la hoja de vinilo esté ya firme en su lugar se puede comenzar con los bordes del techo. Aplique una capa uniforme de adhesivo al techo y al vinilo en la tira que queda entre la costura y el canalón. Asegúrese de que haya una línea de adhesivo dentro del canalón mismo; esto es importante porque contribuirá a evitar que la capota se vaya desprendiendo lentamente a partir del borde suelto, por el que penetrará agua.
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