El Apollo es una creación de Roland Gumpert, ex jefe del departamento dedicado a competición en Audi, muy exitoso por cierto. Este auto fue desarrollado exclusivamente para el uso deportivo en pistas de carreras, si bien se vende al público y es apto para circular en la calle legalmente en su condición estándar. El carácter deportivo del Apollo se resume en los siguientes datos: posee un motor V8 biturbo que entrega 650 cv, éste le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 360 km/h.
La descripción oficial del auto afirma que “el desafío fue desarrollar un diseño excepcional que combine los requerimientos aerodinámicos avanzados de un pura sangre de carreras con la forma estética asociada con un vehículo exclusivo”. Se explica también que “se buscó lograr la síntesis perfecta entre forma y función, sin comprometer una o la otra”.
Los ingenieros realizaron numerosas pruebas en el túnel de viento para mejorar las capacidades aerodinámicas del Gumpert Apollo. Es gracias a ese proceso de desarrollo que este auto deportivo goza de prestaciones y maniobrabilidad superior a la de muchos de sus rivales. También aporta al conjunto el chasis tubular, que aparte de rigidez estructural, brinda protección a los pasajeros.
En lo que a suspensiones se refiere, el Apollo está configurado especialmente para las exigencias del manejo en pista de carreras. Si bien el objetivo principal es el máximo rendimiento deportivo, la descripción oficial del Apollo señala que el nivel de confort para el pasajero es sobresaliente, hecho muy poco frecuente en un vehículo deportivo de tan alto vuelo.
Con respecto al interior del Gumpert Apollo, al cual se accede a través de puertas tipo alas de gaviota, el comprador puede optar por distintas combinaciones de materiales. Esto brinda la posibilidad de dotar al interior de carácter más deportivo o tendiente a la elegancia.
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