El Maserati 250 fue un auto de carreras muy peculiar. El 250 compitió durante los siete años de fórmula acotada a 2.500 cm3 de cilindrada. Si bien el rendimiento del equipo tuvo altibajos, entre 1954 y 1957 Maserati ganó 8 carreras con su modelo 250F.
Los recursos económicos de Maserati eran escasos en aquella época. Para 1954 desarrollaron un motor de seis cilindros en línea de 2.493 cm3 DOHC que alcanzaba una potencia de 240 hp. Apenas lograron optimizar el impulsor y llevarlo hasta los 270 hp para la temporada 1957. Otro punto débil en el Maserati era el chasis tubular con suspensiones convencionales de resortes.
La primera victoria del Maserati 250F en un Gran Premio llegó de las manos del múltiple campeón argentino Juan Manual Fangio. Pero para las próximas carreras Mercedes Benz presentó el espectacular modelo W196. Ese mismo año Mercedes contrató a Fangio y consiguieron alzarse con la conquista del campeonato. Durante el resto de la temporada Maserati ganó solamente carreras secundarias.
El Maserati parecía ser el auto ideal para corredores independientes que quisieran entrar en las competencias por cuenta propia. Así fue precisamente como surgió el piloto Stirling Moss.
Moss resultó ser tan talentoso que Maserati lo designó como piloto oficial de la marca. Aunque para 1955 Nuevamente Mercedes les quitaría su piloto estrella, atraído por un buen contrato como compañero de Fangio.
Finalmente Stirling Moss volvería a la escudería Maserati en 1956, ganando dos Grandes Premios a pesar de la evidente falta de velocidad comparado con los autos Ferrari. La temporada 1956 tuvo como campeón a Fangio a bordo de una Ferrari.
Al año siguiente (1957) Fangio volvió a competir para Maserati. Es fue la última temporada completa del piloto argentino, que con cuatro triunfos ganaba entonces su quinto y último Campeonato Mundial de pilotos.
En el año 1957 la división de competición de Maserati cerró sus puertas, cerrando así un capítulo memorable en la historia del automovilismo deportivo.
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