El diseño de tuning es todo un desafío para los diseñadores de profesión, ya que tenemos en cuenta muchos factores que frecuentemente los encargados de fabricar las partes modificadas o rediseñadas no consideran. Esto responde a que la habilidad de esas personas está en la construcción de las piezas mismas y no en el diseño.
A continuación, explicaré el proceso de re-diseño realizado en la carrocería de un auto muy popular: el Fiat 128. Este auto fue sumamente popular en muchos países. Y es un auto ideal para el Tuning por su bajo costo, que permite invertir más dinero en las modificaciones.
Otro factor positivo del Fiat 128 es su buen rendimiento deportivo. Si bien este pequeño auto tiene un diminuto motor y su diseño no tiene una aerodinámica adecuada, su mecánica es simple y fácil de optimizar a la vez que es un auto liviano y ágil (considerando su antigüedad).
El rediseño aquí mostrado fue realizado para un cliente particular. La premisa de diseño en este proyecto profesional fue modificar tan poco como fuera posible para lograr mantener la identidad. Claro que los cambios debían ser lo suficientemente evidentes como para que el auto sea reconocido como un ejemplar único a primera vista.
Las tres propuestas de rediseño presentadas al propietario del auto partían del mismo criterio y objetivo anteriormente descripto. Un factor común fue la eliminación de los paragolpes (adelante y atrás) más la supresión de ranuras y nervaduras innecesarias en los marcos de las ventanillas laterales. Otro elemento excluido de todas las ventanillas fue el “ventilete”.
El tratamiento del frente consta de dos elementos principales. El primer cambio está ubicado en la parrilla. Los faros fueron desplazados hacia atrás para quedar por detrás de la parrilla, que solo tiene líneas horizontales color negro o gris mate. Toda la parrilla sería fabricada en aluminio y el borde-contorno quedaría con el color del metal pulido semi brillante.
En el bajo frente se delineó una entrada de aire manteniendo radios de curvatura similares a los presentes en el resto del auto, para mantener la familiaridad de diseño entre elementos y que no parezca una suma de factores desconectados.
Para enfatizar el espíritu deportivo se agregaron pasa-ruedas anchos. Esto permite ampliar la distancia de las trochas. Para que los pasa-ruedas se destaquen sin tener un tamaño excesivo, decidí que el arco superior supere levemente la línea lateral. Ese pequeño detalle contribuye visualmente desde lo que podría llamarse un factor sugestivo, que tan frecuentemente se utiliza en el diseño de autos.
Finalmente, la carrocería en colores rojo y gris metalizado aportan dinamismo, ayudando también para definir los volúmenes. A su vez, esta combinación resulta bastante sobria y elegante.
La eliminación de la línea lateral es de crucial importancia para la inclusión de dos elementos protagónicos: la salida de aire lateral (cerca del suelo) y el motivo de pintura.
Sin una línea marcando relieve puede dibujarse con libertad en la carrocería con mejores resultados. En este caso se buscó dibujar líneas que separen los colores principales pero con un cierto vínculo entre ellos. Los trazos tienen el mismo movimiento como el de las famosas llamas pero sin serlo.
La salida de aire lateral aporta carácter y esa voluntad de que el auto luzca “único”. El mismo formato de moldura se utilizaría en el capó, con dos salidas de aire paralelas y simétricas.
Los voladizos se fabricarían en aluminio moldeado artesanalmente para generar volúmenes que tomarían el rol de parachoques. Serían muy sutiles para no tener un protagonismo importante sobre otros elementos de diseño distintivos.
Las molduras laterales son bastante rectas y los radios en sus curvas son pequeños para hermanen bien con los radios en otros elementos, como por ejemplo las ventanillas.
La sección posterior recibió especial atención y cambió por completo con respecto al auto original. Los faros circulares presentan un gran anillo exterior para la luz de freno y un círculo interior dividido en dos mitades, una para la luz de giro y otra para la de retroceso. Este detalle tiene en cuenta un factor importante como la seguridad. Cada anillo está delimitado por una fina virola cromada.
Continuando en la cola, las luces están vinculadas por un aplique horizontal en color gris mate con las letras de FIAT en relieve y cromadas. Bajo cada luz hay una abertura circular por donde salen los caños de escape. Este rasgo resultó impactante para todas las personas que vieron los bocetos.
El último elemento presente es una sección bajorrelieve con el tamaño justo como para ubicar la patente obligatoria legalmente. De esta manera, la placa queda incluida en el diseño general sin destacarse. La realidad es que a muy pocas personas les gusta que la placa resalte, dado que no es un elemento estéticamente agradable.
Finalmente, en esta versión la carrocería también está pintada en dos colores: verde más gris metalizado. La división aporta dinamismo y el color oscuro arriba pretende sugerir que el auto es más bajo en su altura total. Esta combinación resulta muy sobria manteniendo un aspecto considerablemente elegante.
© Adrián Blanco 2006 – Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes sin consentimiento explícito por escrito del autor. Los diseños exhibidos en los bocetos son propiedad intelectual del autor – Ley 17.011