El Porsche 959 fue presentado en el Salón de Frankfurt en el año 1983. Su verdadero objetivo fue lograr la homologación para poder competir en carreras del Grupo B del Turismo Alemán y competencias de Rally. El 959 poseía tecnología muy avanzada, lograda tras años de desarrollo en el ámbito de las carreras.
Esta tecnología ostentaba avances aerodinámicos, tracción integral controlada electrónicamente, suspensión deportiva con 2 amortiguadores por rueda, caja de cambios “inteligente” y un motor boxer de 6 cilindros montado sobre un sub-chasis tubular.
La carrocería del Porsche 959 era ultraliviana. Contaba con puertas y capó hechos de aleación, que tenían un peso muy reducido, 60 por ciento más livianos que los mismo paneles del 911 de aquel entonces. Otros paneles de la carrocería estaban construidos en fibra de vidrio y Kevlar, que aumentaban la resistencia reduciendo el peso.
Si bien su participación en las carreras fue breve, este auto marcó un hito en la historia de los súper deportivos.
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