Durante los últimos 10 años, Chrysler siempre impactó al público con prototipos de autos súper deportivos o modelos muy arraigados a su historia, como los modelos 300C, Prowler y Viper. El Salón de Detroit 2006 sorprendió al público estadounidense con un rediseño inesperado: el Dodge Challenger Concept. Y la verdad es que por su valor afectivo e histórico en EE.UU. conmovió a muchos.
Si bien el prototipo tiene como objetivo principal ser una muestra de diseño retro, sin planes reales de producción, la aceptación fue tan inmediata y la crítica tan favorable, que los entusiastas estadounidenses mantienen sus esperanzas de verlo en las calles...
Claro que esto es una muestra más de la incomprensión de esa gente del mundo en el cual viven. Las líneas del auto son muy bonitas... pero vehículos deportivos así de grandes (en tamaño y prestaciones) no faltan... en un mundo en el que los efectos de la contaminación son críticos, los espacios se reducen y el precio del combustible aumenta. Una vez más, el llamado “primer mundo”, no da buen ejemplo y demuestra que el dinero puede más que la razón.
Volviendo al Challenger Concept, todos los detalles estéticos recuerdan al original Challenger Trans Am de 1970. El diseño fue básicamente delineado por Michael Castiglione, quien hábilmente logró dotar al auto de aspecto antiguo con características actuales. El Challenger original se caracterizó por ser un auto con un gran capó, un habitáculo mediano y un corto baúl.
Pero éstas características de proporciones ya no están vigentes, porque van en contra de las prestaciones dinámicas de los autos y no permiten el aprovechamiento de los espacios. Es entonces que con ingenio, Castiglione representó esas características de manera más insinuada que presencial. Los voladizos bien trabajados, las ventanas laterales bien proyectadas hacia la cola y los espejos retrovisores ubicados bien cerca del conductor para crear una sensación de mayor longitud en el frente. Y vale destacar que el capó es de fibra de carbono.
El prototipo presentado por Chrysler fue fabricado por su habitual proveedor de concepts, la empresa Metalcrafters, perteneciente al argentino John Gaffoglio. El Challenger de 1970 medía 4.851 mm de largo y 2.794 mm entre ejes, mientras que el Concept presentado mide 5.029 mm de largo, 2.946 mm entre ejes y es 50 mm más ancho.
El modelo de 1970 tenía un motor V8 HEMI de 7.000 cm3, y claro está que este prototipo no sería menos que el mítico modelo de los años ‘70. El nuevo auto dispone de un V8 de 6.100 cm3 y 425 caballos de potencia. La potencia se transmite a través de una caja manual de 6 velocidades.
Las pruebas revelaron que acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos, recorre el cuarto de milla en 13 segundos y su velocidad máxima está cercana a los 280 km/h. Claro que estos números no son del todo sinceros, ya que el prototipo posee silenciadores pero no conversores catalíticos en su sistema de escape. Con ese agregado obligatorio legalmente, sus prestaciones verán una merma segura.
© Adrián Blanco 2006 – Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes sin consentimiento explícito por escrito del autor.