Mirar al nuevo Mustang GT es realmente como mirar por una ventana al año 1967.
El trabajo de styling realizado por Ford merece un único calificativo: impecable. Está bien logrado por donde se lo mire. La cola luce tres faros rectangulares verticales a cada costado y un gran tapón del depósito de combustible en el centro.
El frente con las ópticas embutidas y la parrilla con el caballo en el centro es conmovedor para los fanáticos. Aerodinámicamente no es tan impecable... tantas aristas y molduras deben chiflar muy fuerte a 100 km/h, claro que la idea no es vender un auto innovador en diseño.
Por contrario, el nuevo GT tiene como estrategia adueñarse del mercado basándose en dos factores. El primero es llegando a las emociones de los nostálgicos, y el segundo y no menos importante, la salida de producción del Chevy Camaro y del Pontiac Firebird (ambos de General Motors), uno y otro rivales del Mustang durante 35 años.
Aunque quedarse solo no es simpre un buen negocio. Sin un rival directo, ya que el Corvette y el Viper corresponden a otra categoría de precio y prestaciones, parece que de momento lo más cercano a un rival podría ser el flamante Pontiac GTO.
Tracción trasera
0 a 100 km/h: 5,2 s
Diámetro llantas: 17"- 17"
Peso: 1564 kg.
Se espera que salga a la venta a un precio de 26.900 dólares en EEUU.
Una breve y resumida lección de historia para los que empiezan a conocer al Mustang.
A fines de 1964 Ford introduce el Mustang en sus versiones techo duro y convertible. Un auto pequeño entre los colosos de aquella época. Era un auto 2+2, es decir que acomodaba con comodidad a dos personas pero eventualmente podían viajar 2 más en las plazas traseras.
Básicamente era un auto de paseo y uso diario, para el público joven que podía acceder a precio razonable a un vehículo de concepción muy innovadora. Tenía motorizaciones V8 y V6.
Recién para el año 1967 llegó la lenta respuesta de GM al éxito inesperado de Ford. GM presentó al Camaro y al Firebird. Ese mismo año ya veía todo un abanico de opciones de Mustang: cola corta, media y larga (fastback). Estaba el GT, el Shelby GT 350 y el Shelby GT 500.
El pequeño pony de Ford se había transformado en un caballo salvaje con motorizaciones de hasta 500 hp, con severos problemas de maniobrabilidad, ya que no nació para eso. Su éxito en las carreras locales permitió este crecimiento febril.
Para el año 70, aparecieron las versiones Boss y Mach, también con derroches de potencia. Hasta que al igual que todo auto en EEUU sufrió la crisis de petróleo de la década del 70. Los cambios en las leyes de emanaciones y el alto precio del petróleo vapulearon su rendimiento. Recién a mediados de los 80 comenzó a recuperar su forma. La década del 90 lo vio renacer y el 2005... ¿lo verá consolidarse como ícono americano?
© Adrián Blanco 2004 – Prohibida la reproducción total o parcial de texto y/o imágenes sin consentimiento explícito por escrito del autor.