Mercedes lo anunció como su flamante "coupe de cuatro puertas". Fusiona un diseño no tradicional para un sedan con la categoría y elegancia del mismo. Su segmento de mercado será entre los modelos clase E y S. Es un nuevo producto para un nuevo mercado.
Las expectativas de los compradores han cambiado radicalmente en los últimos 20 años. Desde la Minivan de Chrysler en los años 80, los monovolúmenes de los 90s y los SUV del nuevo milenio las tendencias entre segmentos de mercado han sido muy promiscuas.
Muchas personas desean que el auto a comprar tenga aspecto de coupe sport, compacto en aspecto como un monovolumen, con el confort interior de un SUV y el equipamiento interior de un sedan de alta gama. Y un detalle particular: el vehículo debe ser multipropósito.
De todos estos anhelos han surgido respuestas por parte de los fabricantes. Ejemplos de esto son el clase A de Mercedes, la 4x4 deportiva X5 de BMW y el PT Cruiser de Chrysler (entre otros tantos). Ahora, con el CLS, es el turno de Mercedes de apostar en grande, de animarse a ser el precursor de un muevo segmento de mercado. Como lo hará también en breve con el clase B. Y han anunciado más novedades para los 3 años próximos.
Pero el Mercedes CLS aún no tiene categoría definida. A pesar del optimismo alemán, en Europa su presencia es casi ocasional. La casa de Stuttgart insiste en que se trata de un coupe con 4 puertas, un coupe -sedan. El concepto, nace de la preocupación causada por la falta de interés despertada en el mercado joven por los sedan, asociados a un auto para "señores mayores".
El propósito es lograr un producto renovado que logre mantener la tradición y elegancia propias de Mercedes. El estudio de la psicología del comprador indica que, la adquisición de un sedan surge como fruto de una reflexión y evaluación de conveniencias obtenidas.
En el otro extremo, la compra de un coupe es una decisión pasional. No hay gran preocupación por factores tenidos en cuenta en otros casos, como capacidad de transporte de equipaje, habitabilidad interior, etc.
Con herencia genética de la década del 30, cuando las elegantes coupe ostentaban espacio interior y lujo, el CLS rescata esa esencia. Está basado sobre la plataforma del Clase E y es aun más largo, llegando a 4.910 mm. Las líneas que definen el exterior han sido articuladas de tal manera que hacen que su aspecto desborde dinamismo, elasticidad y espíritu sport. El parabrisas acostado se funde con un gran capo, como en una coupe. El baúl corto e inclinado hacia abajo, recuerda lujosos sedanes de antaño. La perspectiva de éste Mercedes es refrescante. Tiene un dinamismo notable.
Raíz de nogal, detalles cromados y cuero dan elegancia austera al interior del CLS. Tiene todo lo necesario sin ser una exhibición de ornamentas anticuadas. El habitáculo es luminoso si se cuenta con el opcional del techo vidriado. Pero la visibilidad no es tan admirable, como ocurre en muchas coupe deportivas.
La línea de cintura alta hace que las ventanillas laterales estén muy arriba pero sean muy bajitas. La capacidad del baúl es muy buena, 505 dm3. Es interesante, aunque incómodo, que sólo acomode 2 butacas traseras (independientes).
Un aspecto muy negativo es lo bajo que el techo queda para casi cualquier pasajero. Un sujeto de 1,8 m de estatura correctamente sentado roza la cabeza contra el techo. Tampoco da sensación de seguridad en caso de accidente... alivia saber que tiene 6 airbags.
En lo que a prestaciones respecta, hay dos motorizaciones disponibles. Un V6 3.500 cm3 de 270 HP que logra acelerar al CLS de 0 a 100 km/h en 7 segundos y un V8 5.000 cm3 de 300 HP. Ambos permiten una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 250 km/h. El V8 consigue acelerar los 2.000 kg de peso de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. Ambos modelos transmiten su potencia a través de una caja 7G Tronic de 7 marchas automáticas. La variante manual con mandos al volante es un opcional.
La electrónica toma protagonismo en sistemas de seguridad como el sistema de manejo Comand APS, la suspensión Airmatic, el Parktronic (estacionamiento) y Sensotronic y ABS para los frenos. Otros opcionales útiles son el sistema climatizador Thermatic, la tarjeta electrónica Keyless-go para acceso al interior, faros de bixenón (permite iluminación en curva) y llantas de 18 pulgadas.
En Europa el Mercedes CLS ronda los 62.000 euros para el modelo base. Es más barato que el clase C. Un precio razonable sólo para los que comparten el criterio de diseño.
© Adrián Blanco 2005 - Prohibida la reproducción total o parcial sin consentimiento explícito del autor.